La madre de un profesor fallecido crea una fundación con premios y una cátedra.

Maite Ducajú, Valencia 

La madre del profesor titular de Infraestructuras del Transporte de la Universidad Politécnica de Valencia, María Serrulla Ripoll, ha dado forma al deseo de su hijo, Juan Arizo, -quien murió en accidente de automóvil el 27 de junio de 2004, a los 47 años- de constituir una fundación “en caso de no tener herederos directos, como así ha sido” señala. 
Esta misma mañana, la Fundación C. V. Juan Arizo Serrulla será presentada en un acto en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia, en el que también se entregarán, en su segunda edición, los Premios Final de Carrera de esta entidad. A la ceremonia está previsto que asistan el conseller de Medio Ambiente, Aguas, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón, y el rector de la Politécnica, Juan Juliá. Además, se firmará el acuerdo para crear la cátedra con este mismo nombre del mecenas póstumo.
Los mismos estatutos de la fundación contemplan que “revierta en la sociedad el esfuerzo de su actividad profesional y docente, a través de la convocatoria de premios y becas que constituyen el objetivo preferente de la institución” indica María Serrulla en una carta, como presidenta-fundadora de la entidad que lleva el nombre de su vástago, valenciano nacido en 1957, que estudió en el colegio de El Pilar y en la Politécnica en donde llegó a ser profesor titular. A pesar de pertenecer al mundo empresarial, su verdadera vocación fue la docencia.
El deseo de su madre, promotora de la iniciativa, es que “sirva para estimular el estudio y la investigación de los alumnos y licenciados en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos así como perpetuar la memoria de mi hijo”, subraya.

Asimismo, la estrecha colaboración entre la Escuela de Caminos de la Politécnica y de la fundación, “garantiza la objetividad en cuanto a la selección de los destinatarios de los premios y becas que se beneficiarán de la dotación económica de los mismos mientras que la capacidad de financiación queda garantizada por el capital de la fundación siendo un proyecto con vocación de futuro” destaca la presidenta-fundadora de la entidad.

En esta segunda convocatoria se concederá un primer premio dotado con 12.000 euros y tres accésit de 4.000 euros cada uno. Se ha incrementado la dotación económica, ya que en la primera edición se concedió un primer premio dotado con 12.000 euros y un único accésit de 6.000 euros. Según me han comentado desde la dirección de la Escuela, la dotación económica de los premios es sufragada íntegramente por la Fundación Juan Arizo Serrulla.
Cabe recordar que el mecenazgo es una de las vías que el rector de la Politécnica de Valencia, Juan Juliá, ha defendido en distintas ocasiones como una forma alternativa de que la sociedad, y en especial las empresas, revierta en sus universidades. Aunque reconoce que “aún son testimoniales”.

Un ejemplo es el del valenciano Vicente Silvestre, alumno y empresario, que ha donado a la Politécnica una finca agrícola y el chasis de una aeronave.